"No quiero nada serio porque tengo miedo"

¿Cuántas no han sido las veces que he estado en la intimidad con alguien que me hacía bien y he dicho "no quiero nada serio"? Sin más. Sin pensarlo, lo he soltado y lo he dejado ahí. ¿Cuántas no han sido las veces que he llegado a casa y me he parado a pensar por qué? Ninguna. 
Hoy lo hago, en medio de esta oficina sencilla, bajo la rutina de meter papeles todos los días y recoger llamadas de clientes improvisando con voz de camarera neoyorkina de los años 60. "Supongo que es porque acabo de salir de una relación bastante larga, aunque de eso hace casi un año". No, por eso no puede ser. "Quizá porque soy un desastre con los chicos, aunque las relaciones sean cosas de dos". No, tampoco puedo echarme la culpa de todo. "Puede ser porque no quiera darle explicaciones a nadie, aunque sé de sobra que no tiene porqué ser así". Que no, que no es por eso. "A lo mejor es miedo". Eso cuadra más. "Miedo a fallar y que me vuelvan a fallar". Mejor, mucho mejor. "Miedo a querer con el alma para nada". Ya va cogiendo tono. "Miedo a caer en la rutina, a la aburrida monotonía propia de la monogamia donde no se disfrutan los pequeños placeres como una manta y una película. Tengo mucho miedo a no ser correspondida como quiero, siempre pidiendo cariño a lxs amigxs por miedo a parecer pesada. Me da miedo que los sentimientos cambien con el tiempo, a controlar lo que hago y lo que digo con tal de que esa persona siga enamorada. Tengo miedo a volver a acostumbrarme y luego no saber estar sola...". Confianza y compromiso es lo que me mueven, pero soy vulnerable: me he rebajado con todos los hombres con los que he estado, he mantenido relaciones cuando no me apetecía y he callado cuando más tenía que hablar. He antepuesto mi felicidad a la del otro y me 'bajé los pantalones' cuando debería haber dicho "no, esto me molesta". Sin embargo, a la par que me avergüenzo me siento orgullosa de reconocerlo. No debería negarme tener algo serio, quizás debería negarme ser igual que antes y poder empezar de 0. No lo sé, pero quizá debería darme la oportunidad de enamorarme otra vez, de dejar atrás toda la mierda sumisa impuesta desde que somos pequeñas, de dejarme llevar y mostrarme tal y como soy. No quiero nada serio porque tengo miedo de repetir patrones, conductas y actitudes socialmente aceptadas en un sistema que no se merece ni una boca cerrada más, sino mujeres capaces de ser ellas mismas y amar por su propia cuenta. Quizá debería darme la oportunidad de conocer una mujer o saber con qué hombre me codeo. No quiero nada serio porque tengo miedo, pero va siendo hora de superarlo.  

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