Dragona |

Muchas veces las personas vienen a mí en busca de un nuevo aliento, un empuje que les ayude a seguir adelante, siempre con el "eres una mujer fuerte" en la boca. Y yo les escucho, les mimo, les aplaudo por ser tan valientes como para desprenderse de los fantasmas de su interior porque superarse aturde hasta al más seguro de sí mismo. Lo que no saben es que los dragones no siempre escupimos fuego. A veces, nos tragamos nuestras propias lágrimas siendo incapaces de echar a volar de nuevo. Y me siento tan culpable de no poder ser furia, solvencia, de no poder mediar cuanto sé que puedo hacerlo que me convertiría en loba solo para poder aullar con ellos.

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